Fahrenheit 451 de Ray Bradbury

¿Hace falta destinar individuos y recursos pagados por el estado para impedir que la gente lea, se informe, adquiera capacidad crítica? Probablemente no. Bradbury, por supuesto, no andaba descaminado pero los métodos que imaginó pecan de una ingenuidad más propia de otra época. Desde entonces, nos hemos vuelto cínicos, por eso sabemos que quemar es incómodo, sucio y, lo más importante, tan escandaloso que repercute directamente en el prestigio. La proliferación de técnicas audiovisuales produce, casi, el mismo efecto y da la impresión de haber ocurrido de forma inocente y espontánea. Además, si de todas formas, quedan aún recalcitrantes que continúan leyendo (y escribiendo) algo más profundo que un videojuego, incluso que un best-seller, no necesitamos más que eliminar las humanidades de la enseñanza, producir individuos adiestrados para rendir profesionalmente y en solo una generación, dos como mucho, se elimina cualquier rastro de personalidad demasiado acusada, opiniones propias y pensamiento discordante. Es cierto que, incluso con un plan tan maquiavélicamente perfecto, el tiro puede salir por la culata, pero, optimismos aparte, hay que reconocer que, en este caso, la realidad ha superado de largo a la ficción.
Desde un punto de vista estrictamente literario, Fahrenheit 451 no ofrece grandes habilidades técnicas. Sus buenas intenciones están fuera de toda duda, por otra parte, se trata de un relato que se lee con facilidad y que mantiene razonablemente bien la intriga hasta el último momento, como demuestra la constancia de sus lectores desde hace más de medio siglo. Pero su planteamiento ético es demasiado evidente, no existen personalidades marcadas, el ritmo es algo irregular, la trama resulta bastante simple y, sobre todo, el futuro distópico que describe no se concreta en absoluto: se echa de menos un buen desarrollo del esquema social y gubernamental, de los avances de técnica y ciencia, así como de los rasgos definitorios de esos territorios salvajes que el poder no ha podido, o querido, controlar.
Por eso, toda comparación con 1984 y con Un mundo feliz es fundamentalmente injusta. Siempre saldrán perdiendo estos últimos pues, como incuestionables obras maestras de la literatura –independientemente de planteamientos morales, premoniciones tecnológicas y ventas millonarias– se muestran infinitamente más complejos, más verosímiles, están mucho mejor escritos y, por encima de todo, ambos poseen ese halo indefinible que solo puede generar el talento.

FAHRENHEIT 451 – 1953 – CLÁSICO – VARIAS EDICIONES

Comentarios

  1. De Bradbury leí "Crónicas marcianas" y ya no me animé con este, así que lo desconozco, pero, por indicios que tengo, me da la impresión de que iba a compartir tus puntos de vista. Y, desde luego, "Un mundo feliz" y "1984" contienen, entre otras cosas, acertadísimas premoniciones. Un saludo.

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    1. Llevaba años intentando leer uno de los dos porque me parecía imperdonable no hacerlo, pero cada vez que los hojeaba se me quitaban las ganas. Me parecían flojos a primera vista y creo que no me equivocaba, no tienen nada que ver con los otros dos aunque muchos los pongan en el mismo saco.
      Saludos, Guachimán

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  2. Sólo por 'Crónicas marcianas' y 'Farenheit 451 le perdono TODO a Bradbury. Y mira que tiene cosas que perdonar.

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    1. Como ves, esta vez no coincidimos demasiado: me alegro de haberlo leído pero no creo que repita con Bradbury.

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  3. Hace poco leí "La guerra de las salamanadras", de Karol Capek, y me parece que está a la altura de "1984" y "Un mundo feliz", sólo que además de magistral es también una obra profundamente divertida. La recomiendo encarecidamente. Estoy muy de acuerdo con el comentario sobre Farenheit 451, tanto en el fondo como en la forma-clara y precisa.

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  4. Muchas gracias, agc. También por la oportunidad de conocer a un autor nuevo para mí.

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  5. Mi nombre es aurelio gutierrez cid y me alegro de que una buena amiga me hablara de tu blog. De karol capek tambien me gusto muco APOCRIFOS. Un cordial saludo☺

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  6. Saludos, Aurelio. Y muchas gracias por seguirme :)

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