Un tiempo nuevo, de Elizabeth Jane Howard


Aunque escribió otras obras, antes y después de la saga, el gran éxito de Elizabeth Howard (1923-2014) fue esta Crónicas de los Cazalet integrada, en principio, por cuatro novelas a las que más adelante se añadiría una quinta. Parece ser que fue su hijastro, Martin Amis nada menos, quien le dio la idea de escribir sobre la familia, una idea que no pudo ser más fructífera. Aunque me da la impresión -y no lo puedo asegurar porque no he leído las anteriores- que este cuarto elemento de la serie la encontró un poco cansada ya de los mismos personajes, a los que tenía que hacer evolucionar de una forma coherente y en una situación radicalmente distinta, la paz, en este caso, pues nos hallamos en la Inglaterra de 1945. Todo el mundo ha sufrido, las privaciones no han acabado con el fin de la guerra, los niños se han convertido en jóvenes y el horizonte se presenta incierto.
Quizá lo mejor hubiera sido empezar por el primer tomo, pero esta fue una de esas lecturas no planeadas, que llegan sin avisar y sientes que debes leerla sin mas dilación, esta y no otra, porque lo que sucede hay que aprovecharlo siempre que sea para bien. Esto de mirar con ojos nuevos a unos personajes cuyo pasado se da por consabido, nos convierte en el invitado que visita por primera vez a una gran familia. Llegamos despistados, recopilando datos y reuniendo pistas, deseosos de saber quién es quién, qué parentesco los une, los motivos de su comportamiento etc. Pero Howard no nos deja a nuestra suerte, para empezar, coloca en primera página un árbol genealógico que podemos consultar siempre que nos perdamos, y eso solo va a ocurrir al principio ya que, además, va sembrando el relato de claves que nos orientan hasta que ya no hace falta, pues al poco tiempo nos hemos familiarizado con todos y no necesitamos ninguna guía. Como están bien vivos y tienen caracteres tan perfectamente diseñados como diferentes entre sí, la tarea no resulta complicada. 
A uno detrás de otro, los vamos viendo en acción, con sus problemas personales y sus grandes o pequeñas rencillas, compartimos sus secretos, nos vamos encariñando con ellos, Con unos más que otros, ninguno nos va a dar demasiados sobresaltos pues son gente más bien conservadora (sobre todo desde el punto de vista actual) pero alguno de ellos nos resultará particularmente antipático. La intolerancia es el mayor escollo en las relaciones que mantienen aunque nunca supera ciertos límites. Una intolerancia que no depende de la edad, o no del todo, pues una de las figuras más inteligentes y más abiertas de miras es, precisamente, la matriarca.
Pero no voy a describirlos para no privar al lector del placer de descubrirlos por sí mismo. Solo diré que hay tres generaciones, el matrimonio que forman los abuelos, los hijos ya adultos junto a sus maridos y esposas y, por último, los jóvenes, que buscan su propio camino en la vida. Cada individuo o grupo tiene su propio capítulo, o varios, de forma que podamos verlos de cerca y compartamos sus pensamientos e inquietudes. La autora hila tan fino que logra hacernos compartir sus intimidades, sobre todo la de las mujeres y la de algún hombre especialmente sensible. Cabe decir que, a pesar de la diferencia de mentalidades y costumbres, y sobre todo, a pesar de la abismal distancia que ha recorrido la técnica en menos de un siglo, los problemas, inquietudes y prejuicios que afectan a las mujeres de cualquier edad no están tan lejos de los de ahora. Queda claro que hemos avanzado más bien poco. Ejemplos: la mujer que mantiene y protege al fugitivo en plena guerra, con el que inicia una relación y que ni siquiera cree que deba quejarse cuando las aguas se calman y él vuelve a un redil que ya le resulta ajeno; la adolescente seducida por un hombre maduro y la mujer que consiente por pura sumisión, siendo abandonada la primera cuando queda embarazada y viéndose obligada a abortar en secreto; las lesbianas que han de vivir su condición como si fueran delincuentes. Todo ello explicado con una clarividencia que convierten a la novela en un alegato feminista, lúcido y honesto.
Es cierto que en los últimos capítulos he advertido ese cansancio al que me he referido antes, y que quizá yo también estaba un poco saturada. Pero no puedo negar que he disfrutado con los pequeños dramas de la gente normal de mediados del siglo XX.

TÍTULO ORIGINAL: CASTING OFF - PRIMERA EDICIÓN 1995 - EN ESPAÑA: 2021 -EDITORIAL ESPAÑOLA: SIRUELA - TRADUCCIÓN: CELIA MONTOLÍO NICHOLSON - PÁGINAS 560

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