Las diez y media de una noche de verano, de Marguerite Duras
Entre
tanto producto actual, demasiado inmediato para que podamos establecer una
jerarquía válida, destacan estas obras, que han sobrevivido
al tiempo por méritos propios. Entre ellos, una gran facilidad para expresar la
melancolía de la rutina diaria vagamente amenazada por un oscuro suceso del
que apenas nos llegan chismorreos y unas cuantas imágenes borrosas.
Placidez
y peligro son los niveles que propone la novela y que el lector asume sin más
complicaciones. Un lenguaje poético o meramente instrumental según convenga. La
pluma reflejando la realidad objetiva con la fidelidad de una cámara de cine
siguiendo los postulados del nouveau
roman. Una familia francesa atrapada en una ciudad pequeña camino de Madrid,
un asesinato sumido en la penumbra ambiental y literaria, una trama que
progresa a base de pequeños actos cotidianos, de diálogos intrascendentes, de sentimientos
que debemos interpretar a partir de lo que ocurre y de los sencillos gestos que
se muestran con toda la minuciosidad que caracteriza a su autora. Una serie de incomodidades
e imprevistos que disfrazan los auténticos dramas, elipsis por doquier, lentitud e indiferencia
narrativas que optan por narrar lo intrascendente y omitir el foco de la intriga consiguiendo con
ello, salvo a los fanáticos de la acción pura, mantenernos en vilo hasta el
final. Una tranquila madre de familia entrometiéndose en un hecho terrible
hasta el punto de colocarse al borde del peligro con la naturalidad de quien nunca
ha transitado por escenarios luctuosos. Un pueblo entretenido en el chismorreo
del momento y apabullado por el fragor de la tormenta. Y la catástrofe sobrevenida,
que no es precisamente el asesinato sino algo más vinculado a los afectos de la protagonista y por ello
mucho más letal. La vida tal cual es.
DIX
HEURES ET DEMIE DU SOIR EN ÉTÉ – PRIMERA EDICIÓN: 1960 – CLÁSICO (VARIAS
EDICIONES) – TRADUCCIÓN: CARIDAD MARTÍNEZ - PÁGINAS: 110 (aprox.)
Pues los apasionados de la acción pero dentro de un contexto que permita la relectura, muy bienvenida sea.
ResponderEliminarGracias por compartir. Un saludo
Bueno, acción... lo que se dice acción, tal como la entendemos, no es que haya mucha. Pasan cosas pero lo que vemos es más bien estático. El hecho de que haya un asesinato y una persona siguiendo la pista puede inducir a error, pero el nouveau roman tiene sus propias pautas.
EliminarAcabo de encargar "Escribir·, de Marguerite Duras, un breve libro sobre su relación con la escritura, sincero y hasta donde yo sé muy bien escrito. Lo recomendaron en mi taller literario y lo publica Tusquets. Marguerite, siempre Marguerite...
ResponderEliminarLo leí hace tiempo. Me hice con una pequeña colección de libros en los que los escritores hablan de su oficio, entre ellos este y Suspense de Patricia Highsmith. Ahora hace tiempo que no añado ninguno, tendré que remediarlo.
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