La fábrica de canallas, de Chris Klaus


 

¿Qué período histórico se nos viene a la cabeza cuando nos enfrentamos a un título como este? Efectivamente, el nazismo. Sería difícil conocer el origen de la psicopatía. ¿Nacen o se hacen los psicópatas? Imagino que psicólogos y sociólogos seguirán dando vueltas al tema, quizá hasta el fin de los tiempos, sin llegar a una conclusión cien por cien satisfactoria. Lo cierto es que existen caldos de cultivo la mar de efectivos, y en el caso de que se trate de una condición congénita como parecen afirmar hoy día los expertos, pueden aumentar exponencialmente su alcance y gravedad en aquellos individuos que desde un principio apunten maneras. Esta es la historia de una familia, de un periodo histórico .en realidad varios - que elevó este rasgo hasta alturas quizá jamás alcanzadas. ¿O sí? Tenemos noticias de civilizaciones que... pero son muy arcaicas o no demasiado cercanas, y sin datos fiables caeríamos en la mera especulación.

No van a encontrar en estas líneas ni una ligera aproximación a lo que descubrirán por sí mismos si deciden abrir este jugoso (y desmesurado) melón. La extensión y complejidad de un texto como este exigen un estudio mucho más exhaustivo que el que cabe en este espacio, así que señalaré los rasgos que considero fundamentales para que quien esté interesado pueda empezar a orientarse antes de decidir. Hablaré en primer lugar de su autor (*), un cineasta de cierto renombre, con varias novelas en su haber, entre la que destaca la que hoy comentamos. Y no es de extrañar, cualquiera que la haya leído, incluso si la ha dejado a medias, convendrá conmigo en que se trata de un relato excepcional, por sus dimensiones, meticulosidad, ambición, documentación histórica exhaustiva, agudeza psicológica, dominio de las escenas y audacia a raudales. Sin esta última Klaus no podría haber construido una narración donde domina la crueldad, falta de escrúpulos personal y política y circunstancias escabrosas de toda índole. Cierto es que el período nazi se presta a ello, pero la ética de cada cual abarca otras muchas cuestiones que no por más sutiles son menos cuestionables. Quien no haya leído la novela no entenderá esto del todo, pero quédense con la idea, un psicópata se comporta como tal en todos los aspectos de la vida, no solo cuando obedece órdenes.

En cuanto al aspecto histórico, sorprende tanto el amplio periodo que abarca como el conocimiento de los entresijos políticos, incluso decisiones y hasta maquinaciones, que necesariamente tenían lugar en un ámbito reducido y eran, por tanto, ultra-confidenciales  y de los propios personajes que movían los hilos por entonces. No niego que mi desconocimiento de la política alemana puede influir en esa admiración mía, tampoco se me escapa que gran parte de los episodios en los que se conspira a diestro y siniestro están recreados por la pluma del novelista. Por otra parte, el autor enumera, en la sección Agradecimientos, cada uno de los textos de los que se ha servido para componer un puzle tan complejo como convincente. Debo aclarar que quien escribe, además de novelista (y cineasta), es, según dice, uno de los fiscales a quienes les fue encomendado investigar sobre los crímenes nazis (**), y que arrastra, por añadidura, un pasado familiar que, además de facilitarle de alguna forma el argumento, le ha aportado numerosas pistas.

El propósito de nuestro autor lo revela él mismo en el anexo mencionado:

"... nos llevan inevitablemente a preguntarnos cómo fue posible que la sociedad de la nueva República Federal de Alemanis consiguiese consolidar la democracia cuando en ella se integraron, sin grandes medidas de desnazificación, muchos cargos importantes durante el régimen de Hitler, y esa pregunta es el motivo de la historia que aquí se narra."

Como esta obra, además de las dificultades que entraña su extensión, puede considerarse un laberinto, haré un pequeño esquema para orientar al futuro lector, incluso a aquellos que al leerla se sintieron algo perdidos entre tanto personaje y peripecia, y abandonaron, o continuaron hasta el final pero pisando un terreno poco firme.

Aunque la historia tiene mucho de coral, existe un protagonista, que es a su vez, narrador, y un receptor a quien se desvelan hasta los hechos más nimios. Unos pocos personajes ocupan con él la primera línea, otros tienen un rol más o menos relevante, sin olvidar a los secundarios de mayor o menor presencia y, por supuesto, a los históricos.

El relato se va fraguando, no sin interrupciones, a mediados de los 70 en la habitación de una clínica; quien con el mayor sarcasmo y lujo de detalles hace memoria de su vida es Koja Solm, su compañero de cuarto se llama Basti que, según su interlocutor, se trata de un hippy auténtico. Es difícil encontrar dos personalidades más opuestas, y este es uno de los recursos que servirán para cementar las diversas fases de la trama. El arranque utiliza una vieja tradición familiar que tiene como emblema una manzana roja y como héroe al abuelo paterno, un pastor de almas conocido como Groβpaping, En ese momento componen la familia los padres (él pintor, sobre todo de frescos por encargo) y sus dos hijos, el tal Koja (Konstantin) y el mayor, Hubert. 

"No pretendo decir que mi hermano fuera el primero y yo el segundo, sino que él era el primero y yo el último,; él la bendición y yo la maldición; él el suertudo y yo el desafortunado; él el destinatario del amor de mamá, yo el del suelo de mármol sobre el que me dejó caer a los tres días de nacido ..."

Esta rivalidad entre ambos constituye uno de los ejes del argumento. No hay situación o etapa en la que los acontecimientos no giren alrededor de ella, siempre gana uno y pierde el otro, cualquiera de los dos. Aunque en un principio la suerte se inclina más veces a favor de uno de ellos y, pasado cierto punto, es el otro el claro vencedor, o eso parece porque aquí todo es relativo.

Los chavales van creciendo. Un día alguien les encomienda a una niña que acaba de quedarse huérfana y necesita protección en aquellos tiempos convulsos. Lo que parecía un arreglo provisional acaba en adopción pues la cría se gana el cariño de la familia al completo. Se trata de Ev, otra de los coprotagonistas y elemento decisivo en el entramado que vengo describiendo. Ya jóvenes, Ev y Hubert conocen a un cabecilla nazi y, debido a la influencia que ejerce sobre ellos, los hermanos varones acaban integrados en las SS.

Aquel terrible período podría resumirse como una serie de atrocidades, a cual más inhumana, en la que los neófitos se involucran cada vez con mayor convencimiento. Pero las bestialidades, maquinaciones, compra de voluntades, cambios de identidad y componendas varias no acaban con la derrota de Hitler, todo lo contrario. Quizá esta última parte sea algo menos despiadada, más asimilable para mentes sensibles, pero bastante más complicada de entender, con tantas vueltas y revueltas de guion, tantas componendas y traiciones, en un escenario político ciertamente complicado. En primer lugar, Koja y Ev, que por fin descubre su ascendencia judía, acaban en Israel, él con nombre y nacionalidad falsa, ambos trabajando para el Mossad. Antes de eso, y en pleno nazismo, él ya había colaborado con los rusos convertido en agente doble. Finalmente, vuelven a Alemania donde juegan un papel decisivo en la puesta en marcha de proyectos colaborativos entre la Inteligencia alemana y la israelí. Todo ello con muchos puñales por la espalda y una violencia constante, tanto soterrada como explícita. Algo así necesariamente ha de acabar mal ¿no? Pues adivinen quien, todo lo maltrecho que quieran, a pesar de todo, de alguna forma, se salva.

El argumento se vuelve tan enrevesado, así como las inauditas componendas del protagonista, que lo que se cuenta ya bien avanzada la novela nos empieza a parecer inverosímil. Pero en realidad no puedo opinar, ocurren tantas cosas en las alturas que ni siquiera sospechamos... Probablemente, mi incredulidad sea fruto de una ignorancia absoluta por mi parte en cuestiones de alta política. ¿Ustedes qué opinan, tengo razón o no? 

(*) No confundir con la escritora norteamericana del mismo nombre.

(**) Me ha sido imposible confirmar este dato, pero es el propio autor quien nos informa, así que lo doy por válido 


TÍTULO ORIGINAL: DAS KALTE BLUT - PUBLICADA EN 2017 - EN ESPAÑA: 2022 - EDITORIAL ESPAÑOLA: SALAMANDRA - TRADUCTOR: ISABEL GARCÍA ADANEZ  - PÁGINAS: 960

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