Volver la vista atrás, de Juan Gabriel Vásquez




Conocí a Vásquez a través de Las reputaciones hace ya unos cuantos años. Una novela más que correcta, y quizá más meritoria de lo que parece en una primera ojeada, que traza un  amplio panorama de cierto sector de la sociedad de su país y plantea unos interesantes dilemas morales. Aunque esta que comento hoy la supera, en mi opinión, ampliamente: solo hace falta zambullirse en su polimórfica materia para comprender la enorme empresa en que se ha embarcado el autor, el gran esfuerzo que supone su aparente espontaneidad, así como esa ductilidad gracias a la cual consigue abarcar tantos escenarios adaptándose a ellos como el camaleón literario que ha demostrado ser. Esto que digo es evidente tras unas cuantas decenas de páginas, lo que supone apenas el inicio de la ascensión, pero cuando hemos llegado al final y contemplamos el paisaje desde la cima la admiración ya no conoce límites. 
Estoy generalizando, ya que me parece imposible que alguien  piense de otra forma, pero siendo realista debo admitir que no a todo el mundo le apetece conocer la vida y obra de un director de cine y novelista colombiano, por muy precoz que haya sido, por mucho que haya viajado, por grande que sea la relevancia política y artística que haya adquirido, por muy trascendentes que resultasen las acciones de sus ancestros y por lo innumerable e insólito de los episodios que jalonan una vida tan aventurera como poco común. Estoy hablando de Sergio Cabrera. ¿Lo conocen? En caso negativo, ni falta que hace. Igual van a disfrutar de esta biografía novelada que transita tantas épocas como lugares, en la que  geografía, historia, política, ideología, activismo social, psicología de los personajes y, una vez más, conflictos éticos, se alían para servirnos en bandeja una trama repleta de aventuras y giros de guion, donde los personajes se reinventan una y otra vez porque antes de llegar a estas páginas fueron (y son) personas reales, y esto es lo que pueden contarnos.
Según entiendo yo, se trata de una biografía novelada ya que no hace un recuento exhaustivo de lo sucedido (imposible abarcar tantos años, efemérides y personajes en un formato como este) tal como haría una biografía al uso ni recrea los hechos con detalle añadiendo escenas imaginadas como es propio de las novelas. Lo que hace Vásquez es alternar un presente muy significativo -el momento en que Cabrera acudía a unas jornadas en Barcelona sobre su obra cinematográfica coincidiendo con el fallecimiento de su padre- con el amplio pasado que se inicia en la niñez de ese padre, Fausto, que tanto influyó en las andanzas del hijo así como en su vocación definitiva. El encuentro con Raul, hijo del protagonista al que hace tiempo que no ve, sirve de hilo conductor para rememorar un cúmulo de anécdotas, fracasos, desencuentros, experiencias, éxitos y soledades. Igual que el desarrollo de cualquier vida, pero esta en concreto es tan excepcional que nos arrastra de sorpresa en sorpresa, nos traslada a varios continentes y nos hace testigos de decisiones tan radicales como inverosímiles. 
Tal como explica el escritor:
"... el acto de la ficción ha consistido en extraer la figura de esta novela del gigantesco pedazo de montaña que es la experiencia de Sergio Cabrera y su familia, tal como me fue revelada a lo largo de siete años de encuentros y más de treinta horas de conversaciones grabadas.(...) intercambié incontables correos y mensajes de texto -con Sergio y con Silvia, con Marianella y con Carl- y recibí fotografías de sus archivos privados y consulté documentos cuya supervivencia inverosímil me pareció una prueba más de la testarudez del pasado, y mientras escribía otros libros estuve buscando en las sombras la forma que más le convenía a éste."

Los nombrados son, respectivamente, además del protagonista, su esposa, su hermana y un antiguo novio de esta con quien coincidió en China, siendo él inglés y ella colombiana. Pero los párrafos estrictamente históricos comienzan, como digo, mucho antes, con el exilio del español Fausto Cabrera y su familia, capitaneados por el legendario tío Felipe, huyendo de la deriva fascista que estaba tomando el país. Ese padre de trece años cuando comienza la acción termina, ya adulto, dirigiendo los destinos de toda su familia hasta que alguien se rebela y cambia el rumbo, no sin oposición, silencios y rivalidades que convierten la relación paterno filial en un combinado de amor y distancia. 

En definitiva, y a pesar de la complejidad del texto, me atrevo a escoger una palabra clave para definirlo. Esta palabra es fanatismo, eso que empuja a las personas idealistas a no apearse nunca de lo que creen su destino y su deber por mucho que la realidad esté demostrando lo contrario, eso que en unas ocasiones conduce al desencanto y en otras a decisiones extremas por inhumanas y dañinas, porque nadie puede luchar individualmente contra el monstruo en que suelen convertirse las ideologías, todas en general, las que acaban triunfando y las que no.

Esto en cuanto al contenido. Si ahora consideramos la forma en que se ha concretado Volver la vista atrás, creo que su mayor mérito consiste en haber hallado una estructura y un ritmo que condense y sintetice tantísimas vivencias sin perder de vista el elemento humano ni los detalles más relevantes. De ahí que la considere una obra excepcional que puede entusiasmar tanto a los interesados por los asuntos que se relatan como a aquellos que estén abiertos a cualquier propuesta narrativa siempre que esté realizada con honestidad y habilidad literaria.


PUBLICACIÓN: 2021 - EDITORIAL: ALFAGUARA - PÁGINAS: 480

Comentarios

  1. Acabo de leerlo: si fuera una novela de pura ficción, uno diría: pará, hermano, no pueden pasarle tantas cosas a un solo personaje! Pero es una biografía, y parece que sí pudo ser esa su vida... increíble y muy bien narrada, para mí. Además, no sabía nada de Cabrera, pero sí había visto La estrategia del caracol. Además, para quienes la lean, recomiendo este documental sobre el Hotel de la amistad. https://www.youtube.com/watch?v=lMrUK8t0q90&t=308s&ab_channel=PabloDoudchitzky

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, lo que cuenta resulta increíble pero está todo documentado. Creo que digo en algún sitio que parece una novela de aventuras. No he visto La estrategia del caracol, ni pienso, pero entré en Youtube en cuanto leí tu comentario y me vi el documental entero. Muy interesante. Creo que el título despista, apenas habla del hotel pero lo que cuenta es mucho mejor, son hechos históricos, muy relevantes y muy bien explicados. Puestos a recomendar, leí hace mucho una novela muy, muy tocha pero impresionantemente buena que te recomiendo a pesar del número de páginas.
      La reseña que hice, hace ya bastantes años, está por ahí, en un blog que, casi seguro, conoces. La reconocerás porque mi estilo, según dicen, es fácilmente identificable.
      Saludos

      Eliminar
    2. Jaja, se me ha olvidado poner el título. PEKIN EN COMA se llama la novela. Trata de las revueltas en la Plaza de Tiannamen en 1987.

      Eliminar
  2. Una vida muy intensa, cargada de avatares. Gracias por la reseña.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Pues el libro es entretenidísimo, ni te imaginas lo bien que me lo he pasado leyéndolo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Explícate: