Música acuática


 

Esta es una de esas obras que poseen los ingredientes imprescindibles para encandilarme de principio a fin, al menos a priori, ya que se trata de un proyecto monumental, con base histórica, que abarca varios años, contempla multitud de escenarios, contiene personajes variopintos, indaga en circunstancias sociales y personales, incluso tiene su pizca de crítica social y un montón de aventuras que prestan amenidad al conjunto. Muchos elementos, sí, ¿demasiados, quizá? Pues, sinceramente no, ya que esto mismo puede afirmarse de las grandes obras literarias de todos los tiempos, pero es cierto que a algunos autores les puede la ambición de crear un vasto universo, casi inabarcable y el resultado, aunque correcto, no llega a alcanzar las expectativas. 
Se preguntarán ustedes el porqué de tanta reticencia. Veamos: según la wiki, Boyle tiene lo mejor de Carver, Barth, García Márquez, Flannery O'Connor, Dickens... Monsergas. Para empezar, las excelencias de unos y otros son contradictorias entre sí. No se pueden combinar las habilidades de un exuberante García Márquez con la sobriedad de Carver, por ejemplo. A veces nos tragamos unas críticas que suenan de maravilla pero en cuanto nos detenemos un poco en ellas vemos que no tienen ninguna lógica. Dicho esto, y sin menospreciar a un autor cuyas excelencias están a la vista, paso a comentar una novela que fue la primera que publicó y, desde luego, su espaldarazo literario. Se basa en la aventura personal y geográfica de un individuo peculiar, llamado Mungo Park, que existió realmente, y tuvo cierta relevancia en la confluencia de los siglos XVIII y XIX. En paralelo a esta trama, asistimos a las desventuras vitales de un sujeto completamente ficticio, Ned Rise, no menos excéntrico que el anterior aunque con una vida mucho menos afortunada. El cruce  de ambos destinos tendrá lugar en el tramo final del relato y no modifica en nada la línea principal; con ellos podrían haberse escrito dos novelas distintas, posiblemente, más coherentes y sólidas.
La vida de Rise está ligada al hampa londinense, la de Park -pese a sus orígenes humildes- a su prestigio como explorador, sobre todo tras su exitosa primera expedición dirigida a encontrar la desembocadura del Niger y cartografiar su recorrido, con muy pocos medios y rodeado de peligros de toda clase. El primero se rodeará de colegas de la misma o parecida procedencia, nuestro héroe, en cambio, frecuentará los más selectos círculos científicos, escribirá artículos y un libro que servirá como obra de consulta, pronunciará conferencias y será aclamado por sus contemporáneos. A través de él conoceremos a un puñado de británicos de cierta relevancia, así como las zonas de África por dónde pasa, sus poblados, costumbres y religiones, la crueldad de algunos de sus líderes, las inclemencias y penurias de la selva, las disputas y traiciones de los miembros de la expedición y de sus guías, así como la rutinaria y aburrida vida de una esposa rodeada de hijos y sin más alternativa que la espera.
A grandes rasgos, lo que narra Boyle es histórico aunque, parece ser, no cuenta con suficientes detalles para armar la historia completa y es su imaginación la que hace el resto. Ni las incidencias de su vida conyugal, ni muchos de los episodios que se narran -sobre todo en la segunda expedición, que no tuvo supervivientes- están documentados. No se lo reprocho, ya que en eso consiste novelar partiendo de una base verídica, nos consta además, pues se nos advierte de ello antes de iniciar la lectura, que se ha permitido todas las libertades y anacronismos que ha considerado necesarios. Una opción muy respetable: en narrativa no es imprescindible ceñirse a los hechos. Pero todo tiene un límite, y acumular datos inventados, descripciones y anécdotas irrelevantes sin más sentido que sumar páginas y alimentar la voracidad de los consumidores de aventuras rebaja, a mi parecer, el nivel literario de la obra en cuestión y, sobre todo, aburre soberanamente a quien, como yo, necesita algo más que relleno para disfrutar de la lectura de un libro.


TÍTULO ORIGINAL: WATER MUSIC - PUBLICACION: 1981 - EN ESPAÑA: EDITORIAL GALAXIA GUTEMBERG - TRADUCCIÓN: MANUEL PEREIRA QUINTEIRO - PÁGINAS: 702

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