Leonora, de Elena Poniatowska (y II)

Lo peor es que las mujeres, con tal de obtener rápidamente las migajas en lugar de ganarnos a pulso el lugar que nos corresponde, acabamos cayendo en la trampa.

En esta novela, se nos presenta a una Leonora Carrington niña, fundamentalmente, a través de valoraciones. Se utiliza un misticismo, un falso sesgo poético, para retratar esos primeros años. Por medio de un lenguaje que pretende remedar la corriente surrealista abrazada por la pintora en la edad adulta se cae en la gazmoñería bastante a menudo. Es indudable que la autora se ha documentado a fondo, lo atestigua la apabullante bibliografía que encontramos en las últimas páginas. Y, sin embargo, de principio a fin, se nos oculta la mayor parte de toda esa ingente información. Poniatowska trabaja a pinceladas, pero lo hace en el peor sentido del término. A base de elusiones constantes se va facilitando la tarea. Si alguien la ha leído que se pregunte, una vez cerrado el libro ¿qué hemos sacado en limpio del ambiente familiar, del carácter paterno y materno excepto que él era intransigente y ella demasiado tolerante, de toda aquella efervescencia vanguardista, del terror de la persecución nazi y de la guerra en sí misma, de sus matrimonios, de sus amantes, incluso de sus obras? Solo los años de locura se abordan con cierto detenimiento, pero conocemos únicamente lo que ocurría en la cabeza de Leonora en los años 40, un reducto obviamente incapaz de aportar verdadera información. Apenas se facilitan detalles de la clínica psiquiátrica, de los otros pacientes, el personal sanitario, del lugar concreto, de cualquier dato que se pueda considerar incuestionable. Francamente, para eso no hacían falta 510 páginas.

Y es una pena, porque la realidad que se nos presenta contiene muchísimo jugo. Un jugo que, obviamente, apenas se ha extraído para escribir la novela. De toda clase: psicológico, histórico, artístico, ideológico, ético…

Leonora Carrington - Autorretrato en el albergue del Caballo de Alba (1937)
Se avanza a trompicones, mediante diálogos (bastante inverosímiles) que van guiando al lector por hechos, lugares y épocas. Presenciamos escenas descontextualizadas hasta el absurdo, apenas unos flashes que no reflejan ninguna realidad, solo la propia interpretación de Poniatowska, y que a mí, desde luego, no me han parecido nada convincentes.

Un botón de muestra:

“Elsie invita a Leonora a Acapulco, al único hotel de la bahía: El Papagayo. Leonora lee acostada sobre la arena frente al hotel. Sus cabellos negros rizados son un desafío y los vacacionistas vuelven la cabeza para verla. “Mira, una sirena.” Entre los que se acercan a conocerla, el inglés Edward James la encuentra crispada y altanera. Su ingenio y su sentido crítico la distinguen. Elsie también es aguda y se burla del stiff upper lip británico. Leonora responde desde lo alto de su superioridad y cuando conversan se aísla y lee. Si le preguntan algo, emite monosílabos.”

En nota aparte final, se nos informa de que ambas mujeres mantuvieron contacto. Cartas, entrevistas, alguna visita amistosa. Carrington guardaba gran cantidad de material. Probablemente, en sus últimos años –y vivió 94–, como la artista exitosa que había conseguido llegar a ser en Méjico, estaría deseando expresarse.

Finalmente, hemos logrado calibrar la estatura artística de Leonora Carrington. Claro que, el que quiera hacerse una idea debe buscar sus cuadros. Podrán gustarle más o menos, pero es evidente que una aprendiza no fue, que destacó en el panorama creativo de su época mucho más de lo que se da a entender aquí.

Después de cerrar el libro, me quedo con las ganas de conocerla mejor. ¡Qué le voy a hacer! tendré que acudir a otras fuentes.


PRIMERA EDICIÓN: 2011 – EDITORIAL SEIX BARRAL (PREMIO BIBLIOTECA BREVE 2011) – PÁGINAS: 510

Comentarios

  1. Hola!!! Te he nominado al PREMIO BEST BLOG.
    Acá te dejo el link para que veas de qué se trata.
    Felicitaciones!

    http://enclavedemi.blogspot.com.ar/

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias, Mary. Ya he conocido en tu blog, así como los de mis colegas premiados que no había visitado aún. ¡Somos tantos! De alguno, como Mike & Libros ya era asidua seguidora. A partir de ahora, he colocado unos cuantos en el apartado favoritos.

    En el próximo post, aparecerán mis menciones y respuestas.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Explícate: