Muerte y un poco de amor, de Aleksandra Marinina




Hoy traigo a una autora poco conocida en España pero muy popular en Rusia, donde se la conoce como la zarina de la novela negra. Además de contar con el favor del público, Marinina es una autora excepcionalmente prolífica. La mayoría de sus novelas no se han traducido al castellano, pero sabemos que en un solo año ha llegado a publicar seis. No se le pueden pedir, pues, grandes alardes literarios y, sin embargo, he de reconocer que la trama está bien construida y que el misterio es tan enrevesado y difícil de desentrañar como se exige de cualquier obra medianamente digna del género negro.
Claro que, tratándose del sexto título de la serie de Kaménskaya, los personajes principales y su caracterización están predeterminados, y eso facilita mucho la tarea. Anastasia Pávlovna Kaménskaya (Nastia) invade gran parte del espacio narrativo, comencemos pues hablando de ella. Al principio de la serie, Nastia ocupaba un puesto administrativo en el Ministerio del Interior ruso, pero su superior inmediato, Viktor Alexéyevich, intuyó su potencial como investigadora y la trasladó a primera línea. Nuestra protagonista se caracteriza por una gran capacidad de trabajo en el ámbito policial –actividad que compatibiliza con su labor de traductora–, por su escasa habilidad para las cuestiones prácticas, su aguda intuición y su resistencia física y psíquica. Desde hace quince años mantiene con Alexéi Chistiakov una relación sin convivencia, situación que finalizará en esta entrega ya que ambos han decidido convertirse en matrimonio. Eso, suponiendo que los criminales dejen de hacer de las suyas y permitan la boda, pero ya se sabe que los detectives –incluso los aficionados– por dónde quiera que pasan van encontrándose cadáveres. En este caso, y siguiendo las pautas del género, algunas de las que han decidido convertirse ese día en novias han sido condenadas a muerte.
El desarrollo de la trama puede parecer algo trillado, presentar situaciones inverosímiles, podemos tacharla incluso de ingenua, conservadora y repleta de lugares comunes o afirmar que le sobran una tonelada de páginas, pero ofrece, al menos, un personaje memorable. No quiero dar muchas pistas, pero su sinuosa psicología es uno de los hallazgos de la obra y lo que convierte en imprevisible el desenlace.
Por otra parte, el largo camino que Marinina nos hace recorrer hasta resolver los crímenes, posee el valor añadido de ser un retrato –bastante fiel, supongo– de la mentalidad y forma de vida de una todavía incipiente Rusia postsoviética. La precariedad que hasta entonces soportaban los burócratas es sustituida por una insólita opulencia. Esa metamorfosis afecta a todos los ámbitos, y si –en algunos párrafos de crítica demoledora– los civiles  sobrellevan cohecho, inflación, nepotismo, contrabando, trabajos precarios etc. con mayor o menor entereza, para los agentes de policía supone un esfuerzo adicional debido a la aparición de las mafias.
Algunos libros de Kaménskaya se adaptaron a la televisión rusa dando lugar a una serie de veinticinco capítulos que fue emitida entre 1999 y 2005.

Смерть и немного любви – SMERT I NEMNOGO LIUBVÍ – 1995 (EN ESPAÑA: 2010 – EDITORIAL PÀMIES – COLECCIÓN THRILLER MISTERIO NOIR – TRADUCCIÓN: FERNANDO OTERO MACÍAS Y JOSÉ IGNACIO LÓPEZ FERNÁNDEZ) – PÁGINAS: 300 (aprox.)

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