El tren de la última noche, de Dacia Maraini





Sí, esta novela trata también sobre el período nazi. Y no hay que rasgarse las vestiduras porque haya mucho escrito sobre el tema ya que las perspectivas son distintas y vienen a completarse entre sí. No sé si debido al trauma generalizado que aún arrastramos desde entonces o a que muchos de los autores que han abordado esta tarea son excepcionalmente talentosos –lo más probable es que se entrecrucen ambos factores– la calidad media de estos textos es inusualmente alta. Así que vale la pena traer aquí esta obra que, si bien trata de aquella época, da preferencia a sus secuelas, al trauma que produjo en los supervivientes y sus sucesores y a los graves daños –tanto físicos como mentales, incluida la mala conciencia– que sufrieron quienes se libraron entonces de la muerte, que les han acompañado toda la vida y que siguen afectando a sus descendientes. De esto trata la novela y en ello consiste la diferencia con otros testimonios que he leído anteriormente, sean estos ficciones o no. Finalmente, la autora viene a decirnos que lo que ocurrió después es tan fundamental como lo que se padeció entonces, y que nadie puede saber si, en esas circunstancias, es preferible padecer de inmediato una muerte humillante o arrastrar la enfermedad y la desdicha hasta el último momento.

La cita que encabeza estas páginas, significativamente, procede de El corazón de las tinieblas. “¡El horror! ¡El horror!” decía entonces Conrad, y no hay mejor expresión para definirlo. La propia autora vivió dos años de su infancia la experiencia en un campo de concentración (que no de exterminio)  japonés, y aunque intenta marcar distancias las huellas de lo vivido son inconfundibles.

Con esto no quiero decir que los personajes que van a conocer sufran directamente las penurias que podemos imaginar ni que se describa con detalle esa situación de miseria. Aunque, inevitablemente, a veces ocurre. Pero, en realidad, El tren de la última noche es, como su título indica, la crónica de una búsqueda, la del amigo, compañero de juegos e incipiente amor que al inicio de la adolescencia se trasladó de Italia a Austria con su familia huyendo de la furia nazi para encontrarse frente a frente con ella tal como nos recuerda la historia. Desde el punto de vista actual, este movimiento inverso al de la mayoría de exilados judíos resulta incomprensible, pero cuando sucede cualquier hecho trascendental todo es confusión, las noticias se contradicen y, probablemente, desde la lejanía de una vida confortable era difícil imaginar lo que estaba sucediendo en el centro de Europa.

Así que Amara, años después de aquello, se embarca en otro viaje, este casi interminable, por la entonces dividida Europa, a pesar de la escasez y restricciones de la posguerra, aprovechando su condición de reportera y con el apoyo de algún cómplice. Al hilo de ese viaje nos topamos con algunos acontecimientos convulsos que tuvieron lugar en la Europa de mediados de siglo. Como digo, y para nuestra sorpresa, no está sola del todo. Es cierto que un relato así conmueve y fascina a quien lo escucha pero hay que emplearse muy a fondo para convencer al lector de que la complicidad incondicional de unos desconocidos pueda mantenerse en el tiempo. Maraini lo consigue, más o menos, y nos mantiene atentos a las peripecias del viaje, que se acaba haciendo un poco largo pero no tanto como para que decaiga el interés

El futuro lector se preguntará si Emanuele acaba apareciendo o se lo ha tragado la tierra. Hay sorpresa final, naturalmente, ya que estamos hablando de un largo rastreo y las probabilidades de éxito y de fracaso son bastante parecidas. Sin desvelar nada, adelanto que no sucede ni una cosa ni otra. Hay más desenlaces posibles y este es tan brillante como verosímil, incluso predecible si nos paramos a pensarlo.  Un gran mérito que apuntar en el haber de la autora, pero no el único pues el trazado de los personajes y el desarrollo de la peripecia no se quedan atrás.

 

TÍTULO ORIGINAL:  IL TRENO DELLÙLTIMA NOTTE - PRIMERA EDICIÓN: 2008 - EN ESPAÑA: 2012 -EDITORIAL ESPAÑOLA: GALAXIA GUTENBERG - TRADUCCIÓN: DAVID PARADELA LÓPEZ - PÁGINAS: 464

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